"El silencio tiene acción, el más cuerdo es el más delirante"



12/4/11

Casi como un demoño

Soy el hombre nuevo,
Que comienza nueva vida.
Que el pasado que he pisado,
No me priva la sonrisa.

El entorno, ¡Que drama!,
¡Es sonrisa de por mas!,
Es que el mundo tiene almohada,
Y mi cama es soledad.

Tengo un Dios que es aparte,
Por la fuerza que me da.
Me acompaña, es mi sombra,
Es Mi fe que va por más.

Por los años que he tenido,
Por mí amada juventud.
Por traiciones, desistido,
En el “pozo” mi virtud.

No me gusta que me apuren,
Yo que soy el “tal” tranquilo.
Voy despacio por el gusto,
Saboreando mis principios.

Ha de ser algo muy raro,
El sentir que ya no vives.
En la hiel de la locura,
Nunca suenan cantos simples.

Yo comprendo el sentir,
Lo mismo que sopla el viento.
Aunque en días ciertas hojas,
No acompañan sentimientos.

En lo alto, sobre el cielo,
Bien quietitas resplandecen.
Cuando el sol no se oscurece,
Como un viejo corazón.

Va perdiendo la paciencia,
Cada vez que se sorprende.
Y el engaño es mi sorpresa,
Que me ha vuelto a oscurecer.

He quitado de la cuerda,
La trenzada de su ser.
He partido la firmeza,
De los hilos del placer.

Me han tomado por sorpresa,
Cuando al circo me acerqué.
Era mucho la belleza,
E imposible no caer.

Ciertas cosas de la vida,
No se deben esconder.
Si es que sirven de advertencia,
Les prometo, contaré:

No soy quien para afirmar,
Que es un diablo la mujer.
Pero afirmo, y créanme,
¡Tuve citas en su infierno!

Caminando no imagino,
La razón para correr.
Y he corrido pocas veces,
A razón de una mujer.

Lamentable es sentir,
Que la sangre se te añeja.
Ni que fuera burra vieja,
Que me empaco por doquier.

La sangre me desborda,
Lo mismo que mis letras.
¡Ni que fuera fruta vieja!,
¿Ya nadie me quiere morder?

Si lo único que tuve,
Lo perdí por descuidado.
Siempre hay uno más bravo,
Que te engaña la mujer.

Que le cuenta secretitos,
Y la endulza, de doctor,
Con lenguaje de estudioso,
¿Qué gatita no cayó?

No me engaño a mi mismo,
Al pensar en la amistad.
Soy conciente del dolor,
Que un amigo puede dar.

Cuando a mi me deslumbraba,
Con su charla “resplandor”.
Mientras tanto le guiñaba,
El ojito a mi ex amor.

Soy conciente del dolor,
Que un amigo puede dar.
Yo pensaba en llevarlo,
De testigo hacia el altar.

Son las cosas de la vida,
Te madrugan por detrás.
Porque el gallo suena bajo,
Cuando tiene que sonar.

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